No hubo un mañana.

Ella seguía ahí, esperándole, creía que volvería, pero se equivocaba, él se había ido, para siempre. Ella se negaba a creerlo, no lo aceptaba, pero en su interior sabía que era verdad, que nunca más él estaría allí, se había marchado y nada ni nadie podía impedirlo. Le quería, no lo comprendía, ¿que pasó? eso se preguntaba cada mañana, cuando no lo veía ahí a su lado, enrredado entre las sábanas, cuando añoraba sus besos tímidos, sus besos de esquimal, de mariposa, de película, sus abrazos interminables, sus caricias que eran únicas, especiales, él era especial y ella le quería, le adoraba, lo hubiese dado todo por estar con él, por demostrarle todo lo que sentía, quería verle todos los días, perderse en sus ojos, mirar su sonrisa horas y horas, y quedarse dormida en su regazo, mientras el tiempo pasaba, pero le daba igual, porque le tenía ahí, a su lado. Pensaba que sería para siempre, creía que él estaría eternamente con ella, no sé imaginaba un final así, es más, no imaginaba un final. Pero se había acabado, sin ella darse cuenta, sin pensarlo, así, sin más, ni siquiera habían motivos, pero terminó, él se fue, sin razón, ella no podía creerlo, el sufrimiento era inaguantable, las ganas de verle eran inmesas. Quería volver a amanecer a su lado, que el la despertara con un "buenos días princesa", y el día pasase así, sin que se dieran cuenta, besarse bajo la luz de la luna, arroparse con sus brazos y que no hubiera un mañana.



#.Smile(: